La figura más representativa de la corriente naturalista de la pintura italiana del siglo XVI fue Michelangelo Merisi, conocido como Caravaggio (1571-1610), famoso por las trasgresiones que caracterizaron su agitada vida. Frecuentador de tabernas y prostíbulos, amigo del buen vino, peleador violento con alguna muerte a cuestas, rindió homenaje a Baco en varias ocasiones. En 1596 produjo la obra “El triunfo de Baco”, representando al dios como un joven con aspecto andrógino, de mirada melancólica, vestido con una túnica blanca y un tocado de racimos de uvas y hojas de vid, quien con la mano izquierda ofrece una copa de vino tinto al espectador. Por ser una de las obras iniciales de Caravaggio, sus tonos son brillantes y claros, alejados de la técnica del “chiaroscuro” que caracterizarían sus trabajos más maduros. Si se observa con detención la copa de vino, pueden verse líneas concéntricas debidas al efecto de vibraciones en la superficie del líquido, provocadas por el temblor fino de la mano que sostiene la delicada copa. Obsérvese que el botellón apoyado en la mesa no muestra esta ondulación, lo que confirma que la vibración es producida por la mano que sostiene la copa y no por otra causa. El temblor fino podría obedecer a la acción del alcoholismo crónico, al que se sumaría la coloración rosada del rostro de Baco, producto de la rubicundez, efecto agudo de la ingesta.

Otra versión de Baco por Caravaggio ofrece aún signos más convincentes de los efectos del consumo crónico del alcohol. La obra se llama precisamente “Baco enfermo” y se supone que podría ser un autorretrato realizado cuando el autor era joven. Si bien el personaje es musculoso, presenta una piel cetrina, especialmente en el rostro, tonalidad exaltada en las conjuntivas que insinúan una ictericia, labios pálidos, compatibles con una anemia e hipertrofia de la glándula parótida, todos signos que pueden ser atribuidos a la afectación del hígado. Sin embargo, si bien el agente involucrado en la agresión hepática pudo haber sido el alcohol, también pudo ser responsable la malaria, enfermedad que padeció Caravaggio. Cuando el artista pintó el cuadro, éste se encontraba internado en el hospital, reponiéndose de lesiones producidas por la patada de un caballo. El hecho de que se trate de un autorretrato explica la retorcida postura que adopta el modelo, sentado de lado, pero con el rostro vuelto hacia el espectador, la misma pose que debía adoptar el joven ante el espejo para retratarse.

Descripción de las imágenes (de izquierda a derecha):

  1. “Baco enfermo”. Caravaggio, 1593. Galería Borghese, Roma.
  2. “Baco enfermo”. Caravaggio, 1593. Galería Borghese, Roma. Detalle.
  3. “Baco triunfante”. Caravaggio, 1596. Galería Uffizi, Florencia. Obsérvese el efecto en el vino del temblor de la mano que sostiene la copa.
  4. “Baco triunfante”. Caravaggio, 1596. Galería Uffizi, Florencia. Obsérvese el efecto en el vino del temblor de la mano que sostiene la copa. Detalle.



Fecha de publicación: 8 marzo, 2022

Autores: Prof. Dr. Eduardo Scarlato , Prof. Dr. Antoni Werner.