El manganeso fue un elemento conocido, usado y descripto en la Antigüedad. En vidrios hallados en el antiguo Egipto se detectó la presencia de este elemento, el que era incorporado para conferirle determinadas propiedades, en especial el color amatista.
Plinio, en su “Historia Naturalis”, mencionaba este compuesto como Magnesia nigra, por su color, y la diferenciaba por esta característica cromática de la Magnesia alba, de origen vegetal. La Magnesia alba sería la que en 1710 fuera obtenida artificialmente por Neuman y la que invadiría Europa, al igual que otras sustancias, con fama de curalotodo. Davy obtuvo el mismo compuesto partiendo de la llamada Sal de Epsom, manantial descubierto por Wicker en 1618, de donde obtuvo la Magnesia. Para diferenciarla de la piedra imán (Magnesus lapis) también se la denominó Pseudomagnes. El nombre provenía de Magnes, semidios hijo de Eolo, quien diera origen a la antigua ciudad de Magnes de dónde provenía la Magnetita o piedra imán. En el siglo XV el alquimista Basilio Valentín la denominaba en alemán Braunstein (de Braun, pardo; y stein, roca). Otro importante alquimista, Biringuccio, la mencionaba en su obra “Pirotechnia”, de 1540.
La diferencia entre el Magnes y la Magnesia nigra era muy fácil de establecer, ya que una era magnética mientras que la otra no lo era. La primera era muy cara y la segunda, barata. Los vidrieros alemanes del Medioevo la llamaron Lapis manganesis y la utilizaban para decolorar los vidrios que contenían pigmentos derivados del óxido férrico (jabón de vidriero), lo que le dio el nombre de Pirolusita, del griego pyr (πϋρ, fuego) y luo (λύω, eluir, lavar) En 1740, Percival Pott demostró que a diferencia de lo que se creía, la Pirolusita o Magnesia nigra no contenía hierro; y en 1774 el sueco Scheele publicaba “La manganesa y sus propiedades”, aunque fue otro sueco, Johann Gahn, quien en el mismo año describió este nuevo metaloide y sus propiedades. Pero deberían pasar muchos nombres todavía hasta que quedase el definitivo. En Alemania se lo llamó Braunstein, en Francia Manganesium, y cuando en 1808 se obtuvo el Mangnesium, procedente de la Magnesia alba, Klaproth para poder diferenciarlo de este nuevo elemento, lo denominó Mangano o Manganio como se lo empezó a definir en España. El alemán Buttmann la abrevió a Mangan. Pero eso es otra historia…

Descripción de la imagen: Ambiente de trabajo en la industria del vidrio. Obsérvese los humos que se desprenden de la fundición, que seguramente contenían Manganeso entre otros elementos peligrosos. Parte del personal cuenta con protectores oculares. «Verrerie en bois ou grande verrerie à vitres ou en plats». 1772.




Fecha de publicación: 24 mayo, 2022

Autores: Prof. Dr. Eduardo Scarlato, Prof. Dr. Antonio Werner, .