Los nanomateriales son muy pequeños. De hecho, muy, muy pequeños. Sin embargo, pueden tener una gran repercusión para nuestra vida cotidiana, de ahí la importancia de que los conozcamos.
La química es una parte fundamental de la vida y de nuestra existencia. Siempre hemos estado expuestos a las sustancias químicas naturales.
En Inglaterra y Gales durante 2016 hubo 3,744 muertes por drogas, la más alta desde que comenzaron los registros en 1993, provocando lo que activistas llamaron una “crisis nacional“.
Investigadores plantean que la leche y la fórmula de soya podrían interferir en el desarrollo infantil debido a su alta carga de estrógenos. Aseguran que las personas que consumen este producto podrían estar haciendo parte de una especie de estudio inadvertido.
El glifosato es una de las sustancias activas de uso más generalizado en los plaguicidas para prevenir el crecimiento vegetal no deseado alrededor de los cultivos o para matar plantas o partes de plantas. Estas sustancias suelen denominarse «herbicidas».
Con enorme pesar, ATA comunica el fallecimiento del Dr. Nelson Albiano, referente de la Toxicología Laboral Argentina.
El Tributilestaño (TBT, por sus siglas en inglés) altera el microambiente de médula ósea y suprime células inmunes importantes.
En los EE.UU. hay más de 163 millones de perros y gatos que consumen productos de origen animal siendo una parte significativa de su dieta, y, por lo tanto, potencialmente genera un impacto ambiental.
Investigadores de la Universidad de Jaén han confirmado las cualidades de un microorganismo que contribuye a la descontaminación de aguas por la asimilación de metales pesados.
La exposición ambiental al dióxido de nitrógeno durante el embarazo, y en menor medida tras el nacimiento, se relaciona con un retraso de hasta casi dos meses en el desarrollo de la capacidad de atención de niños y, sobre todo, niñas de entre 4 y 5 años.
Está comprobado que la exposición en los niños a los hidrocarburos policíclicos aromáticos está asociada a una reducción del volumen del núcleo caudado. Estos defectos se generan aún a exposiciones inferiores a los límites establecidos por la UE.
El Comité de evaluación de riesgos de la ECHA llegó a la conclusión de que el dióxido de titanio cumple los requisitos para ser clasificado como sospechoso de causar cáncer por vía inhalatoria, pudiendo resultar peligroso para los trabajadores que estén expuestos a él.