“Miles de toneladas de metano están filtrándose a través del Mar del Norte cada año a la atmósfera, a partir de pozos petrolíferos y de gas en desuso, según un nuevo estudio, que analizó tres pozos abandonados en alta mar; pero las llamadas emisiones fugitivas también podrían ser un problema para los pozos en tierra.”
Escapes sin control, normas ni vigilancia
El metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono y tiene el potencial de calentar el planeta 86 veces más que el CO2, según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático. El estudio publicado en la revista Environmental Science and Technology reveló que un tercio de los pozos en desuso de la región del Mar del Norte podría liberar entre 3.000 y 17.000 toneladas de metano al agua anualmente. Más importante aún, los hallazgos mostraron que el 42% de las emisiones de los tres pozos abandonados logró escapar del agua y llegar a la atmósfera y los autores del estudio advirtieron que la fuga de gas suponía “una contribución significativa al presupuesto de metano del Mar del Norte”.
No obstante, y a pesar de la magnitud del problema, las emisiones no están siendo supervisadas actualmente por ningún marco reglamentario, ni se incluyen en ningún inventario de gases de efecto invernadero. Matthias Haeckel, un investigador bioquímico marino, fue parte del equipo que trabajó en el estudio, reconoció que el gas que permanece en el agua de mar, no tiene ningún efecto significativo. Su impacto se limita a ser utilizado para nutrientes por microbios y causar una acidificación local leve. El problema es que las grietas en los lados de los pozos proporcionan rutas de escape para el gas que permite un rápido ascenso y la liberación del gas en la atmósfera. Esto ha llevado a los expertos a pedir que las emisiones sean monitoreadas desde el primer día de extracción hasta que los pozos estén sellados. El geólogo de petróleo Richard Davies, explicó que los pozos costa afuera no son el único problema. Sus contrapartes en tierra no tienen una manta de cobertura de agua para sofocar las emisiones, lo que significa que el 100% del metano que escapa, llegará a la atmósfera.
¿Qué pasará a futuro?
El gobierno del Reino Unido, en particular, ha comenzado a planificar un futuro descarbonizado. La Autoridad del Petróleo y el Gas ha presentado recientemente un estudio en el que se predice que el bolsillo de los contribuyentes británicos será el que abone la factura de 65.000 millones de euros que se necesitan para desactivar las instalaciones del Mar del Norte. Las nuevas normas de la UE acordaron formalmente a fines de julio, que las centrales tendrán que reducir los contaminantes, con un coste estimado en más de 15.000 millones de euros. Los grupos ambientalistas predicen que el siguiente paso lógico es el cierre generalizado de las plantas de carbón más contaminantes.
Esto significará que más y más pozos quedarán abandonados y serán fuente de contaminación por metano, si no se proceda a sellarlos correctamente. Y lamentablemente si no existen leyes que lo exijan explícitamente, esta situación proliferará.
Fuente: Eco noticias