Aumentan un 19% los riesgos de infarto en los mayores de 65 años.
La contaminación generada por las estufas de leña es perjudicial para el corazón, ya que aumenta un 19% los riesgos de infarto en las personas mayores de 65 años, según un estudio publicado en Epidemiology. Aunque de la investigación no se desprende que acercarse a una estufa de leña sea malo para el corazón, lo aconsejable es exponerse lo menos posible.
Aunque ya se sabe que la contaminación atmosférica afecta a la salud en las zonas urbanas y contribuye a la aparición de problemas respiratorios y cardíacos, todavía no se conoce bien cómo afecta la contaminación en las zonas alejadas de las grandes ciudades.
Para realizar esta aproximación, los investigadores compararon los datos de contaminación entre 2008 y 2015 de tres ciudades de la provincia canadiense Columbia Británica con menos de 85.000 habitantes (Prince George, Kamloops y Courtenay/Comox) y los ingresos hospitalarios de esos municipios.
Usando marcadores químicos, los investigadores pudieron determinar incluso la parte de la contaminación analizada que correspondía a la combustión de la madera: el 39% de las partículas, frente al 45% de las partículas originadas por los vehículos de transporte.
De esta forma descubrieron que un aumento creciente de partículas finas en el aire aumenta el número de hospitalizaciones por infarto. El nivel de contaminación causado por las estufas de leña alcanza sus máximos en invierno y aumenta en un 19% el riesgo de infarto en las personas mayores, según este estudio.
Mejor lejos
“Observamos un vínculo más estrecho entre ambos fenómenos cuando la contaminación atmosférica era originada por los pellets de madera, por lo que debemos asumir que la fuente de la contaminación es importante y que diferentes partículas finas no tienen los mismos riesgos para la salud”, explica Scott Weichenthal, autor principal del estudio “Biomass Burning as a Source of Ambient Fine Particulate Air Pollution and Acute Myocardial Infarction,” by Scott Weichenthal et al. in Epidemiology.
Sin embargo, el estudio no explica por qué las partículas generadas por esta combustión son más peligrosas que otras fuentes contaminantes.
En declaraciones al Journal de Montréal, Scott Weichenthal añade que de su investigación no se desprende que acercarse a una estufa de leña sea malo para el corazón, pero que lo aconsejable es exponerse lo menos posible. “Nuestros resultados indican que los riesgos para la salud son enormes, sobre todo porque todo el mundo está expuesto a este riesgo, que es un asunto de salud pública”, añade. Scott Weichenthal considera que este estudio debe animar a las autoridades a prestar atención a la contaminación generada por las estufas de leña.