Con enorme pesar, ATA comunica el fallecimiento del Dr. Nelson Albiano, referente de la Toxicología Laboral Argentina. Enviamos nuestro abrazo a sus familiares, amigos y colegas, y los acompañamos en el dolor.
Lo recordamos con cariño y compartimos las palabras de Alejandro Machado en su memoria:
Sí, nuestro querido Nelson Albiano dejó ayer de estar con nosotros, de aportar su experiencia y empuje. Dejó de escribir nuevamente y otra vez sus “Criterios para el monitoreo de los trabajadores expuestos a sustancias químicas peligrosas”.
Creador, mentor y referente eterno del Centro Preventox en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo dirán los cronistas… Ex Jefe del Centro de Intoxicaciones del Hospital de Niños de Buenos Aires; ex docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA, ex profesor titular de Toxicología de alimentos en la Universidad de Luján, ex…
No, esas descripciones y etiquetas le quedan cortas a un hombre que haciéndole frente a adversidades ya en la época de estudiante y aún antes (nos contaba siempre de su frágil salud y sus problemas de visión) se transformó en un gigante en el campo de la Toxicología Laboral; el padre de ella en nuestro país, le llaman algunos (nos incluimos).
Una persona enorme que no cabe en unas pocas líneas. Los que compartimos con él momentos simples o duros, de trabajo o de charla amena, de recuerdos, de ideas para el futuro (él siempre tenía una idea novedosa para el futuro) no salimos del asombro.
¿Cómo es posible? Sí, nos contaba de su salud, lo veíamos con esos enormes anteojos, lo acompañábamos en su lento caminar, pero lo sentíamos tan gigante en su humildad (humildad que más grande lo hacía) tan actuales y vertiginosas sus ideas, tan llenas de mañana sus ambiciones en el cuidado de la salud de los trabajadores, que se nos hacía inmortal.
Pero no.
Pero si! Allá, donde estás, que te llegue un mail (y ojalá recuerdes la clave que siempre olvidabas) en el que puedas leer (ponete los lentes) que sí, al final el SGA/GHS está en plena vigencia y si, al final actualizamos el listado de sustancias y agentes cancerígenos (casi a tiempo, no te enteraste, pero eso último estuvo casi sincronizado con tu partida).
Y sí. Allá, donde estás, seguí con la pintura (ibas bien, nos contaste) y tal vez tengas un tiempito para el violín, un sueño postergado.
Y si tenés otro tiempito, mandanos algunas de esas ideas novedosas que tenés y fuerzas para seguir actualizando tu “Toxicología Laboral”.
Te queremos mucho, Nelson.»