La exposición dietética de la población de la Comunidad Valenciana al plomo, el cadmio, el arsénico inorgánico (iAs), el cromo, el cobre, el estaño y el metilmercurio (meHg) fue evaluada en un estudio realizado en la Comunidad Valenciana en 2010-11.
Se recogieron y analizaron un total de 8.100 muestras de alimentos. Los datos de la ocurrencia se combinaron con los datos de consumo para estimar la exposición dietética en adultos (> 15 años de edad) y los niños pequeños (6-15 años de edad).
La ingesta estimada se calculó mediante un enfoque probabilístico. Los niveles medios de ingesta (escenario optimista) para el plomo, iAs, cromo y estaño fueron 0,21; 0,08; 1,79 y 1,87 μg kg-1 bw día–, respectivamente; Para los niveles de ingesta media de Cd y meHg fueron de 0,77 y 0,54 μg kg-1 bw semana, respectivamente, y para Cu, 1,60 mg día. En cuanto a la caracterización del riesgo, los resultados mostraron que el 2,84% de la población adulta puede superar el BMDL10 (límite de confianza inferior a la dosis de referencia) establecido para Pb, que está relacionado con los efectos renales, mientras que el 28,01% de la población de niños pequeños puede superar la BMDL01 relacionada con los efectos del neurodesarrollo. Además, el 8,47% de la población adulta y el 12,32% de los niños pequeños superaban la ingesta semanal tolerable de meHg (TWI).
“Del resultado se desprende que dichos residuos en los alimentos no presentan un riesgo inaceptable para los consumidores. Hemos comprobado que la población valenciana no está expuesta a un exceso de metales, lo que no significa que no hay que tenerlo en cuenta y seguir la vigilancia”, señala Guillermina Font, catedrática del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Ciencias de la Alimentación, Toxicología y Medicina Legal de la Universitat de València.
Un total de 8.100 muestras de comida de 81 alimentos diferentes fueron analizadas atendiendo a dos criterios: los alimentos más consumidos en términos de cantidad; y aquellos alimentos que contribuyen en mayor medida a la exposición a los metales de interés (pez espada o atún en el caso del metilmercurio o mercurio tóxico).
Analizando los resultados por metales, el estudio demuestra que la exposición a plomo para los adultos valencianos es inferior (0.21-0.44 µg/Kg pc/día o microgramos por kilo de peso corporal al día) a los que calcula la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) para España (0.53-0.6744µg/Kg pc/día).
No obstante, la exposición a plomo podría superar valores de referencia en determinados grupos de población. Es el caso del 2,8% de la población adulta y del 28% de la población infantil para limites vinculados con problemas renales y de neurodesarrollo.
La exposición a Cadmio en la Comunitat (0.77-1.78 µg/Kg pc/semana o microgramos por kilo de peso corporal a la semana) es inferior a la del conjunto de España (2.02-2.23 µg/Kg), según las estimaciones de la EFSA. Sin embargo, del estudio se desprende que el 4% de la población adulta y el 8% de los menores podrían tener exposiciones a Cadmio a través de la dieta superiores a las máximas admisibles.
Arsénico inorgánico y metilmercurio
Los niveles de exposición a arsénico inorgánico en la población de la Comunitat fueron muy bajos en comparación con otros estudios nacionales e internacionales realizados por la EFSA. Sin embargo, pueden existir grupos de población que excedan valores de referencia.
En cuanto al metilmercurio o mercurio tóxico, según la EFSA España supera el promedio de exposición en comparación con el resto de países europeos (cuyo promedio es de 0.25 µg/Kg pc/semana en adultos). Ya dentro de España, se mantienen cifras similares. En el estudio, Valencia se sitúa con 0.54-0.60 µg/Kg pc/semana y Cataluña con 0.5 microgramos por kilo de peso corporal a la semana.
Se estimó que el 8% de la población adulta y el 12% de los niños podrían exceder la ingesta máxima semanal de metilmercurio, sobre todo debido al consumo de pez espada y atún. En el pez espada se observaron los valores más altos de metilmercurio. La mayoría de las muestras analizadas excedieron el límite establecido por la ley para el mercurio total.
Reducir la exposición
“Para reducir la exposición de la población se requieren distintos tipos de medidas. Por una parte la Administración debe seguir realizando controles para retirar del mercado aquellos alimentos que superen los límites máximos de metales. Por otro, es necesario vigilar los posibles focos de emisión, y seguir reforzando los controles ambientales, ya que la contaminación de los alimentos se origina por la presencia de los mismos en el aire y el suelo. En el caso del mercurio debe moderarse el consumo de pescados grandes como el atún o el pez espada”, destaca Vicent Yusà, subdirector general de Seguridad Alimentaria y Laboratorios de Salud Pública de la Dirección General de Salud Pública.
En líneas generales, de la investigación se puede concluir que la exposición de los menores a metales es aproximadamente el doble que la de los adultos. Los cereales son la principal fuente de exposición de la población general a plomo, cadmio y arsénico inorgánico, principalmente por su alto consumo.
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