El glifosato es una de las sustancias activas de uso más generalizado en los plaguicidas para prevenir el crecimiento vegetal no deseado alrededor de los cultivos o para matar plantas o partes de plantas. Estas sustancias suelen denominarse «herbicidas».
El glifosato se usa en agricultura y horticultura para combatir las malas hierbas antes de la siembra. En cultivos de plantas modificadas genéticamente que son resistentes al glifosato, este se utiliza también después de la siembra para que no crezca maleza entre ellas. No obstante, esta práctica no se realiza en la Unión Europea.
¿Qué acciones ha emprendido la ECHA (European Chemicals Agency) en relación con el glifosato?
La ECHA gestiona la legislación relativa a la clasificación y el etiquetado de sustancias y mezclas, que regula el modo en que se evalúan y etiquetan las sustancias sobre la base de las propiedades peligrosas que pudieran tener, por ejemplo, venenos, sustancias inflamables, sustancias corrosivas, etc.
Determinadas sustancias, como los plaguicidas, pueden requerir una decisión sobre su clasificación a escala de la UE, de modo que se aplique en el conjunto de Europa. En la práctica, esto significa que todos los productos que contengan la sustancia en cuestión deberán disponer del etiquetado pertinente que advierta a los consumidores.
El Instituto Federal Alemán de Salud y Seguridad en el Trabajo (BAuA) propuso añadir una clasificación armonizada adicional al glifosato referida a la toxicidad específica para determinados órganos tras una exposición reiterada (aparte de las clasificaciones armonizadas existentes). De conformidad con el Reglamento CLP, la ECHA invitó a las partes interesadas a que comentaran esta propuesta en una consulta pública, que concluyó el 18 de julio de 2016.
La autoridad alemana respondió a los comentarios recibidos por la ECHA. Posteriormente, el Comité de Evaluación de Riesgos (CER) de la ECHA debatió la propuesta de clasificación armonizada en dos reuniones consecutivas (celebradas en diciembre de 2016 y marzo de 2017) y elaboró su dictamen científico independiente.
El CER es un comité científico formado por expertos que proponen los Estados miembros de la UE y que nombra la ECHA. Aquellos examinaron todos los datos pertinentes, incluidos los que facilitaron terceras partes. El CER tuvo también en cuenta la información clave analizada previamente por otros órganos, así como los distintos puntos de vista sobre el modo en que se habían evaluado tales estudios.
El 15 de marzo de 2017, el CER acordó mantener la clasificación armonizada del glifosato como sustancia que causa lesiones oculares graves y es tóxica para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos. El 15 de junio, el CER presentó a la Comisión Europea su dictamen científico independiente sobre si las propiedades intrínsecas del glifosato cumplen los criterios jurídicos de clasificación establecidos en el Reglamento sobre clasificación, etiquetado y envasado (CLP). En los enlaces siguientes se ofrece el dictamen aprobado y más información sobre el proceso de clasificación armonizada.
La evaluación del CER y de la ECHA se basa exclusivamente en las propiedades peligrosas de la sustancia en cuestión, es decir, en si la sustancia puede producir efectos nocivos, sin tener en cuenta el riesgo o la medida en que las personas o el medio ambiente están expuestos a dicha sustancia. Esto, desde luego, depende de cómo se utilice la sustancia y en qué cantidades. En consecuencia, esos riesgos concretos se examinan caso por caso conforme a la legislación pertinente. En el caso del glifosato, la legislación es la relativa a los plaguicidas, conocida como «Reglamento sobre productos fitosanitarios», que gestionan la Comisión Europea y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). En los enlaces siguientes se ofrece más información sobre cuestiones relativas a riesgos y exposición.
¿De dónde proceden los datos científicos? ¿Tengo acceso a ellos?
Al llevar a cabo sus evaluaciones, las agencias reguladoras como la ECHA se basan en una combinación de datos procedentes de estudios toxicológicos publicados o inéditos.
Con arreglo a la legislación de la UE, las empresas están obligadas a garantizar el uso seguro de las sustancias químicas que comercializan. En consecuencia, la industria tiene que realizar estudios (eco)toxicológicos para identificar las propiedades peligrosas de estas sustancias y correr con los gastos de tales estudios.
Los laboratorios especializados que suelen realizar los estudios para las empresas han de seguir las directrices estrictas contenidas en la legislación de la UE y en los documentos de orientación correspondientes. Dichos estudios deben llevarse a cabo conforme a la metodología acordada y cumplir unos criterios de calidad (directrices técnicas de la OCDE o equivalentes, y buenas prácticas de laboratorio). Es el mismo proceso que se utiliza, por ejemplo, para los medicamentos.
Los informes completos sobre estos estudios se facilitan a las autoridades reguladoras pertinentes, incluido el Comité de Evaluación de Riesgos (CER) de la ECHA, para la comprobación de la información.
El dictamen del CER sobre la clasificación del glifosato y las respuestas a los comentarios recibidas se han publicado ya en el sitio web de la ECHA. El informe de CLH (incluidos los resúmenes de los estudios) presentado por la autoridad competente alemana, así como los comentarios compilados durante la consulta pública están disponibles también en el sitio web.
¿Qué ocurre a continuación?
El dictamen aprobado se ha enviado a la Comisión Europea. La Comisión lo examinará junto a los Estados miembros cuando estos decidan si renuevan o no la aprobación del uso del glifosato como sustancia activa en productos fitosanitarios en un momento posterior del año.
Parece ser que hay distintas evaluaciones científicas del glifosato.
¿Por qué no hay acuerdo?
Recientemente se han realizado varios estudios sobre el glifosato. En función del enfoque adoptado y del modo en que se han utilizado los datos, las conclusiones pueden diferir. Esto no es inusual, ya que la interpretación y ponderación de los datos científicos requiere la formación de un juicio oportuno. No obstante, los datos de los que disponen los autores de estos informes recientes también han sido examinados por expertos independientes de los Estados miembros de la UE que integran el Comité de Evaluación de Riesgos.
La ECHA adoptó un dictamen científico independiente sobre la necesidad de una clasificación armonizada para el glifosato, basado en los criterios de peligrosidad establecidos en el Reglamento sobre clasificación, etiquetado y envasado. Como ya se ha mencionado, la ECHA evaluó la peligrosidad intrínseca del glifosato, no los riesgos asociados a sus usos individuales. Tales riesgos (por ejemplo, los que entraña el uso de productos que contienen glifosato) se evalúan de conformidad con el Reglamento sobre productos fitosanitarios.
Fuente: ECHA
Artículo completo: Plan de acción de la Comunidad actualizado para el 2017 al 2019