Aún no comenzó el invierno, pero, en los hospitales y centros de salud de la provincia de Neuquén ya atendieron 48 intoxicaciones con monóxido de carbono, cuatro menos que el año pasado en igual período (1º de enero a 20 de mayo).
Desde la dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la provincia señalaron que la mayoría de las personas que fueron atendidas pertenecía al grupo etario de 25 a 34 años.
El monóxido de carbono es una de las principales causas de muerte por envenenamiento para todas las edades a nivel mundial. La mayoría de los casos son prevenibles si se tienen determinados recaudos a la hora de calefaccionar la vivienda.
Desde el área de Toxicología dependiente del servicio de Emergencia del hospital Castro Rendón, el médico Horacio Trapassi aseguró que el monóxido de carbono “es muy peligroso porque no es detectable a través de los sentidos, no tiene color ni olor, y los síntomas inespecíficos y muy fáciles de confundir con otras enfermedades hace retrasar las consultas en los hospitales y centros de salud”.
Agregó que el monóxido de carbono “ingresa a la sangre por los pulmones mucho más fácilmente que el oxígeno”. Comentó que al ser inhalado en altas concentraciones puede provocar la muerte en minutos. Es producido por la mala combustión del gas natural, la leña, el carbón o la nafta.
El médico describió que los síntomas que se presentan cuando se produce una intoxicación con monóxido de carbono son: dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, zumbidos en los oídos, dificultades para concentrarse, convulsiones, desmayo, dolor de pecho, falta de aire, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, debilidad, dolor abdominal y dolor muscular.
Resaltó que el uso de salamandras, braseros o estufas a kerosén para calefaccionar debe ser evitado por la noche. “Deben ser utilizados únicamente de día para calefaccionar el lugar y por la noche deben ser apagados, retirados del ambiente. En todo caso, es recomendable abrigarse bien para dormir”, señaló.
Trapassi también indicó que los niños, los ancianos y aquellas personas que padecen enfermedades cardíacas o pulmonares tienen mayor riesgo de sufrir una intoxicación.
Durante 2016, se notificaron 250 casos de intoxicación por monóxido de carbono en el país. La provincia de Neuquén se ubicó cuarta en cantidad de pacientes intoxicados por la inhalación de este gas.