Una enfermera embarazada fue sancionada por negarse a manipular, sin las medidas de seguridad correspondientes, un fármaco que podría haber puesto en riesgo a su bebé. El caso se dio en España el mes pasado y sacó a la luz las condiciones laborales de muchos enfermeros de ese país, que ejercen sin las necesarias garantías, pudiendo estar acumulando en su organismo residuos peligrosos.
A raíz de este caso, el Instituto Español de Investigación del Consejo General de Enfermería puso en marcha una investigación que analizará muestras de orina de los profesionales para comprobar si la seguridad de los trabajadores está garantizada o no.
De forma paralela, el Consejo General trabaja en toda Europa para que se elabore un listado de fármacos que implican una manipulación y administración especial, junto con una serie de medidas y protocolos de actuación.
Entre estos fármacos, se encuentra el micofenolato de mofetilo, medicamento que la enfermera embarazada se negó a manipular hace unos meses. “Es un medicamento peligroso, clasificado en la lista del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (NIOSH) como posible o probable carcinógeno, mutágeno, genotóxico y/o reprotóxico”, explicó José Luis Cobos, director del Instituto Español de Investigación Enfermera.
Por otra parte, el Observatorio de Bioseguridad de la Mesa de la Profesión Enfermera reveló que España tiene importantes carencias en cuanto a Seguridad y Salud en el Trabajo.
Dada su actividad, los profesionales de enfermería son un colectivo especialmente afectado por este tipo de lesiones que conllevan una alta posibilidad de contagio de más de una veintena de virus potencialmente mortales, entre ellos los de la hepatitis o VIH.