01
agosto
12:00 am — 12:00 am
Cargando Eventos
  • Este evento ha pasado.

La International Federation on Environmental Health (IFEH) aprobó en el año 2011 que el 26 de septiembre fuese el día mundial de la salud ambiental.

El ser humano no siempre se ha caracterizado por cuidar su entorno, ni considerarlo fundamental para su simple supervivencia como especie. Convivimos con el agua, el aire y el suelo; y es gracias a ellos que, sencillamente, “podemos existir”. Sin lugar a dudas. Sobre estos tres vectores la actividad humana ejerce una presión desmesurada e inconsciente: vertidos de aguas residuales, emisiones a la atmósfera procedentes del tráfico, calefacciones e industrias, generación de residuos, etc. Esta presión trasciende las fronteras nacionales y provoca distorsiones globales como el cambio climático o el agujero de la capa de ozono.

Además, el hombre ha modificado o adaptado el medio en función de sus estilos de vida y se ha rodeado de nuevos contaminantes: los campos electromagnéticos derivados de todos los artilugios eléctricos, los productos químicos, el ruido, las radiaciones ultravioletas artificiales, y muchos más que los humanos vamos “creando” en contra de nuestra propia SALUD.

Desigualdades en salud ambiental

En salud ambiental se puede hablar de tres tipos de desigualdades: las desigualdades entre los países ricos y los pobres, las desigualdades entre lo urbano y lo rural, y las desigualdades que se dan entre los diferentes grupos de población.
Los riesgos ambientales para la salud son bien diferentes en cada una de esas posibles combinaciones. En general, frente a los riesgos de tipo ambiental, los grupos más vulnerables son los niños, los ancianos, las mujeres, las embarazadas y las personas con enfermedades crónicas. La vulnerabilidad de estos grupos aumenta si pertenecen a sectores sociales y económicos desfavorecidos.

Detalles

Fecha:
26 de septiembre, 2017