Si definimos la salud como un estado de bienestar completo, no sólo en términos de ausencia de enfermedad o incapacidad, sino también en términos físico, mental y social reconocemos la importancia del ambiente en el que los individuos se desarrollan como un factor determinante del estado de la salud humana.
Entendemos por ambiente a todo aquello que es externo al individuo y que puede clasificarse de distintas formas, por ambiente físico, químico, biológico, social, cultural, etc. con los que los individuos se vinculan estrechamente.
A lo largo de la historia humana, el desarrollo de las sociedades ha ido asociado a la creación de nuevos peligros y riesgos, (“sociedades que se ponen en peligro a sí mismas” según Ulrich Beck ), generando actividades que perjudican el ambiente y ponen en riesgo el bienestar y salud de los ecosistemas, así como los servicios ecológicos que tienen asociados. Resulta indispensable garantizar la sustentabilidad de los ecosistemas de los que depende la vida y la salud para asegurar el acceso a un ambiente sano para las generaciones presentes y futuras. En este contexto toma particular relevancia afrontar los conflictos y problemáticas en la salud desde la perspectiva de la salud ambiental.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la salud ambiental comprende aquellos aspectos de la salud humana, incluyendo la calidad de vida, que son determinados por factores físicos, químicos, biológicos, sociales y psicosociales del ambiente. Se refiere también a la teoría y práctica de evaluar, corregir, controlar y prevenir esos factores del ambiente que potencialmente pueden afectar de forma adversa la salud de las presentes y las futuras generaciones.
Mejorar la interacción entre las actividades humanas y el ambiente, generar información que permita comprender y minimizar el impacto que trae aparejado el desarrollo del ser humano sobre los sistemas naturales de los que depende el ambiente para así garantizar la calidad de la salud humana es uno de los propósitos de la salud ambiental. Esta ciencia trabaja en la caracterización, evaluación y análisis de los riesgos ambientales, así como en la comunicación a la sociedad y su percepción sobre los riesgos ambientales que afectan a la salud.
Desde la Asociación Toxicológica Argentina promovemos y apoyamos la generación de espacios de encuentro entre profesionales y expertos de disciplinas diversas con el objetivo de intercambiar información y diseñar estrategias que permitan dar respuesta a los conflictos y riesgos ambientales que existen en nuestro territorio y que afectan la salud de la población en forma directa o indirecta.
En el Día Mundial de la Salud Ambiental los invitamos a participar del IV Congreso Iberoamericano de Salud Ambiental para el Desarrollo Sustentable en el marco del XX Congreso Argentino de Toxicología y XXXV Jornadas Argentinas Interdisciplinarias de Toxicología que realizaremos en la ciudad de Santa Fe, los días 20, 21 y 22 de septiembre de 2017 así como de las actividades previas que iremos compartiendo y anunciando por este medio.